1633 | Arte, y Uso de Arquitectura

Título curto

1633 | Arte, y Uso de Arquitectura

Título completo

Arte, y Uso de Arquitectura. Primera parte compuesto por el Padre Fray Lorenzo de San Nicolas, Agustino Descalzo, Arquitecto, y Maestro de Obras, natural de la muy Noble, y Coronada Vila de Madrid

Autor

Lorenzo de San Nicolás (Fray)

Data 1ª edição

1633

Citação 1

Capitulo XX, Trata de la fortificación de un Templo [...].
FUe disposición del Cielo el nuevo uso de edificar los Templos en forma de Cruz , y aun no falta quien diga , qué los mismos Cielos fueron criados en forma de Cruz, y el hombre también tiene la misma forma, y asi como la Cruz es el arma mas fuerte para la defensa del christiano contra la fuerza del enemigo asi esta forma de plantar es la mas fuerte , y mas vistosa, y agradable á la vista , agradable por su composición, fuerte por recibir en sí los empujes que la alteza de la obra hace ; y asi hallarás , que á los quatro arcos torales sirven de estribos los mismos brazos de la Cruz , siendo fuerte por lo dicho y provechoso por ahorrar de nuévos estribos , gastos excusados, siendo el edificio como queda dicho. Qué grueso hayan de terter para sustentarle, asi el de su mismo peso , como el del empujé de sus bóvedas , importa mucho el acierto. Hácense Templos de tan notable grandeza , que suelen echarles de grueso la mitad de su ancho, como le tiene el Templo de San Pedro en  Roma, de que tratamos en el capítulo 18 , aunque es verdad, que como está á cepas por la división de las naves y Capillas , parece tolerable la muchedumbre de grueso , pues teniendo la nave principal noventa y dos palmos Romanos de ancho , vienen á tener las cepas quarenta y seis ; y mas la grandiosidad del edificio lo requiere. Hánse ido adelgazando los ingenios , y á este paso los edificios , y en el tiempo presente se conoce la mucha groseza de los edificios antiguos , y la sutileza de los presentes. Podrán decirme , que por tanto adelgazar ha habido algunas ruinas én ellos. A esto respondo dos razones , y es, que el daño ha nacido de estar mal plantados, mas que de su delgádéz. Y lo otro, que ni los edificios plantados muy gruesos en sus paredes , han dexado de tener muy grandes ruinas, como las historias dicen, causadas del tiempo , de que adelante tratarémos. Conserva á un cuerpo; según sienten los Físicos , una medianía en el sustento ; porque la abundancia le acaba, y la falta le destruye , asi siento que pasa en los edificios , que el mucho peso ó grueso les hace abrir quiebras, y la falta de grueso les hace perecer; asi que, conviene que guarde una medianía para conservarse. Comunmente se lleva, que qualquiera Templo tenga de grueso en sus paredes la tercera parte de su ancho , hallando inconveniente en poder echar estribos en los lienzos de los lados , que suele suceder por estar en calles públicas. También ha de llevar este grueso siendo la bóveda de piedra , por ser materia mas pesada: mas llevando estribos , aunque la bóveda sea de piedra, le basta de grueso la sexta parte de su ancho , y lo que falta para cumplimiento del tercio , ha de llevar de estribos , aunque quando en estos exceda algo , importa poco , y obrando como queda dicho , no hay que temer, ni falta de grueso , ni abundancia , sino obrar con seguridad , porque si el Templo tiene quarenta pies  ,y sin estribos lleva el tercio de quarenta, son trece pies de grueso , y un tercio de pie: y si lleva estribos , 1a sexta parte de quarenta son seis pies, y quatro sextos, que es poco mas de seis pies y medio , y lo restante de hasta el tercio de estribos , es otro tanto , y como queda dicho , puedes exceder algo en esto de los estribos , aunque siento son suficientes ; esto es para fábrica que lleva bóveda de piedra, que habiendo de ser la bóveda de rosca de ladrillo, por ser materia mas ligera , se puede aligerar el edificio , y asi en los gruesos no llevará mas de la séptima parte de grueso , que de quarenta es séptima parte cinco pies , y cinco séptimos de pie , y en los estribos llevará el cumplimiento al tercio , sin excederle por ser suficiente, y puedes obrarla con seguridad , no llevando estribos , y siendo la bóveda de rosca de ladrillo , llevará de grueso la pared la quarta parte de su ancho , que de quarenta es diez pies , y sin temor se podrá cargar las bóvedas; quando la bóveda hubiere de ser rubricada de ladrillo, basta que lleven las paredes de grueso la octava parte de su ancho, que es de quarenta , cinco pies de grueso, y los estribos se cumplan con el grueso , hasta la quarta parte de su ancho. Si en el Templo, cuyas bóvedas han de ser tabicadas , no pudiere haber estribos, tendrán de grueso las paredes la quinta parte de su ancho , que es de quarenta , ocho pies de grueso , y aun hay lugar en esta parte de adelgazar mas. El prudente se habrá como tal en esta y otras ocasiones. Y asi, este edificio con tres diversidades de bóvedas, irá seguro, con tal que en los demás guarde los preceptos que dieremos; y en la alteza del Templo no exceda de suerte que parezca mal, y el peso y empuje le destruyan. Y porque en su lugar he de tratar de sus alzados , lo suspendo. Y siguiendo lo que á la planta pertenece, notarás, que no todas  las paredes necesitan de un mismo grueso, porque los tres lienzos de pared que están en la Capilla mayor » que son el del cabezero, y los de los Colaterales , ni el de la delantera ; porque estás quatro paredes no hacen sino sustentarse á sí mismas t sin que bóveda ninguna cargue en ellas, sino solo las armaduras , y porque estas también observen preceptos , siendo el Templo de cantería , porque de ordinario hay en estos huecos de puertas y ventanas , tendrá de grueso la séptima parte de su ancho ; y siendo de ladrillo las paredes , tendrán de grueso la octava parte de su ancho; y siendo asi, quedarán seguras y firmes , por no sustentar mas que á sí, y servir de hermosear el Templo. Resta que lo que hasta aqui  habemos especulado , pongamos en diseño práctico , para que el principiante pueda de él sacar doctrina para las obras semejantes que pueden ofrecérsele, mirando en ella como guarda todas sus medidas por el pitipie. Y aunque no' hemos tratado del modo del plantar las Capillas , y de los huecos y cortes de boquillas , con todo eso lo demuestra el diseño presente, y después sucintamente tratarémos en particular de cada cosa que hasta aquí le haya faltado. Los estribos han de tener de grueso comunmente las dos panes del grueso de la pared, de tal modo, que si la pared tiene seis pies , ellos han de tener quatro , que son las dos partes. El hueco que ha de haber entre uno y otro ha de ser la mitad del ancho del Templo , quitando de Jos huecos los gruesos de ellos mismos. Y si tuviere la planta Capillas , tendrá de fondo.lo que tuviere la Capilla , hasta que ella levante lo que hubiere menester , que después tornará á telejar , como está dicho , y la planta lo mostrará adelante en el siguiente capítulo.

[Capítulo XX, 45-46]

Citação 2

Capitulo XXI, Trata de los huecos de las entradas de las Capillas y puertas , y de los cortes de las boquillas [...].
DE ordinario las portadas , no solamente sirven para la entrada de los Templos y salas , sino que también sirven para ornato de los edificios, y asi será bien que se busque una disposición de puertas tal, que sirva para uno y para otro; de suerte, que ni la mucha anchura afee el edificio, ni lo angosto le ahogue, sino que en todo guarde un medio moderado , y conforme á la parte donde ha de servir; y porque en muchas cosas el Arte lo remite al buen juicio del Artífice, por eso mismo es bien que el tal lo exâmine antes que lo haga , porque después de hecho no le pese. Y en quanto á las puertas guardarás esta orden , y es , que si la sala ó Templo es de hasta veinte pies de ancho , le des de puerta la quinta parte de su ancho , aunque llegue á ser hasta veinte y quatro pies; y si de veinte y quatro llegare á treinta y dos, será el tercio , y llegando á los ciucuénta desde los treinta y dos , la quarta parte ; y advertirás primero , qué arco ó jamba la ha de cerrar ó cubrir , porque después no sea que te halles apretado , de que trataremos adelante. Suelen tener los Templos tres puertas, y la principal está á los pies ó pórtico de él, y las dos donde la necesidad lo pide mas comunmente. La principal ha de exceder á las dos en ancho y alto. Fuera de estas suele haber otras para el servicio de la Capilla mayor , y el Maestro la dispondrá donde mejor conviniere. En las Capillas también hay sus puertas, como la planta lo demuestra ; estas no excederán mas de lo necesario al paso de una persona por ellas , y que de una Capilla á otra se vayan comunicando sin impedimento. Los huecos de los arcos de las Capillas, y los demás huecos de pórticos, es bien considerarlos , que va mucho en su acierto, y porque es cosa grave , me valdré de la autoridad de Vitrubio , á quien los mas de los Arquitectos siguen. Pone en su lib. 3, cap. 1 cinco géneros de Templos, con la disposición de huecos y macizos, y el uno de ellos es á nuestro propósito,al qual llama Sistilos, y dice , que ha de tener de mitad del hueco, cuya doctrina guardan todos en esta parte de Templos, y se debe guardar, por el peso que cerrados los arcos sufre el grueso de la pared. Otros pone Vitrubio mas apretados en menos hueco , y mas macizo, mas este es el medio mejor para la fortificación de la obra. Acostumbran algunos sobre estos huecos á elegir otros , temerosos de que el peso no los abra, y á mi ver es peor , y menos fuerte que si fueran macizos; y es la razón, que yendo macizo encima , se hace un cuerpo sólido , incorporado uno con otro está muy fuerte , en tanto grado, que pueden estar los materiales tan bien dispuestos , que aunque después estando incorporada la obra se quite el arco , quede seguro , como ha acontecido en algunas partes ; y al contrario pasa en esotro, que muchas ruinas han tenido principio de los huecos en los edificios, y en edificios gruesos se deben mucho reparar. No por eso condeno el echar huecos en los edificios , y que sean hueco sobre hueco, antes lo alabo , sino que advierto, que no se echen , sino solo los necesarios, excusando los que solo echan de temor, que como digo , no son seguros. Estos huecos quedan demostrados en la siguiente planta. Fuera de los huecos dichos hay otros de corredores y claustros , y para ellos pone Vitrubio en el alegado capítulo un tercer Templo , llamado diástilo , y le da de hueco el macizo de tres columnas ó pilares : este conviene para corredores para los claustros, ha de ser entre este término y el pasado ; y con esto se obrará con seguridad. La doctrina de las boquillas me ha dado que considerar, el ver la diferencia que hay de unas á otras , y la poca igualdad que guardan entre sí, porque unas tienen mucho fondo , otras muy poco. Y aunque es verdad , que no todas pueden ser iguales , por no serlo las partes do se eligen , mas su desigualdad no nace de esa causa , sino de arbitrar cada uno según su parecer; y asi hallamos, que unas entran tan solamente en el resalto de las pilastras, y otras mucho mas que el resalto, entrándose en los machos de las paredes ó cepas. Pide mayor boquilla un Templo de cincuenta pies , que uno de quarenta , más requiere que estén en una misma igualdad , respecto de su planta , porque si diésemos que un Templo de cincuenta pies tuviese de boquilla dos pies, y en otro de veinte y cinco tuviese de boquilla uno, estos dos Templos iguales boquillas tendrian, aunque mayor la del mayor; y asi es bien que por una regla general nos guiemos en nuestros edificios , por obviar los dichos de los Arquitectos Extranjeros , que cierto es que la doctrina apoyada de muchos es mas segura: fuera de que de suyo la boquilla en sus pechinas hermosea el edificio , y en su planta le hace parecer mayor , como se conoce en el Templo de San Pedro, que por ser tan grande hace la Capilla mayor mas capáz sin comparación. Ten por regla general, que la boquilla ha de entrar desde el ángulo recto que causa la misma Capilla la mitad del ancho de la pilastra. Y para mas clara inteligencia, sea la planta A , B , C , D , la cepa donde se ha de trazar la boquilla , y el ángulo donde se ha de plantar es la A , y el ángulo B C denotan los vivos de las pilastras i de que adelante tratarémos: reparte el uno de estos lados en tres partes , y serán en los puntos TS, luego con A C tira la paralelas, P, T, y quedará hecho el quadrado A , S, P , T , divide los lados S , P , T , y de sus divisiones tira la línea M , N , y quedará hecha la boquilla S, M , N , T. Y porque las proporciones délos alzados son las que se ensangostan ó ensanchan las pilastras, notárás, que el Templo que echares la proporción sexquiáltera , guardarás la regla dada , y excediendo de ahí hasta la dupla en proporción, le darás algo menos que la mitad de la mitad de la pilastra, para que asi queden en una correspondencia, ó trazarla has como si siguiera la sexquiáltera, y después elegirás tus pilastras en la proporción que te viniere. Todo lo dicho demuestra la planta , dispuesto con las particulares medidas dichas , aunque esta planta es para bóvedas tabicadas, y asi lo demuestran sus gruesos: quando se pretende hacer que la Capilla Mayor tenga boquillas de mayor grandeza, no desdice del Arte : mas es necesario de tal suerte lo dispongas , que los empujes de los arcos torales los reciban estribos suficientes.

[Capítulo XXI, 47-48]

Citação 3

Capitulo XXV, Trata de la cal y arena, y modo de mezclarla [...].
MUchas son las diferencias de piedras de adonde se hace cal. Vitrubio , lib. 2, cap. 5 , dice , que la buena cal ha de ser de pedernal, y aunque he encontrado Autores que lo contradicen, por ventura no entendieron á este Autor : fuera de que en la tierra que él escribe, será el pedernal bueno para cal. Mas no solo hemos de mirar lo que dice , sino darle el sentido que pide , pues el decir que sea de pedernal, es darnos á entender ha de ser de la piedra mas dura y sólida; y en que sea asi concuerdan todos los Autores , y el mismo que lo contradice; mas en esto debes sujetarte en la tierra que estuvieres, á la experiencia que sus habitadores tienen en el hacerla. Comunmente la piedra mejor es una blanca y muy pesada y fuerte; y asi sale la cal para los edificios mas fuerte , y de mas provecho. La piedra arenisca , ni granigorda , no es buena para cal. La piedra xugosa, tampoco es buena. En Francia se hace cal de canto pelado de rios , y en Granada se hace de los guijarros de los Rios Genil y Darro, y cuece un horno seis días con sus noches, y aun nueve, y llaman al dia una hora, y |á la noche otra termino de los que cuecen cal en aquella tierra ; y se cuece también cal de guijarros en algunas partes de España , demás de lo dicho , y es cal muy fuerte. Los Heduos hacen cal de conchas de pescados , por falta de cal, y en otras partes: marítimas también se hace ; y aunque la tienen por buena , no es tal como la que; habernos dicho, que es de piedra sólida y maciza , y después de cocida tendrá de peso la tercia parte menos , consumido del fuego ; algunos dicen , que ha de arder veinte y quatro horas , otros sesenta , y todo lo remitirás á la experiencia del lugar , como queda dicho. La cal después de cocida conviene mojarla poco á poco, hasta que del todo esté satisfecha de agua , que será quando del todo esté desatada , y puesta á la sombra se guardará en lugar húmedo , sin mezcla , sino quando mucho un poco de arena por encima , y de este modo se conserva largo tiempo, mejorándose de continuo; mas quando se ha de gastar luego , se hartará de agua , y bien dispuesta se irá mezclando con arena; esta será unas veces de minas, otras de rio ; todos los Autores concuerdan , que es mejor la arena de mina , que la de rio ; mas sé decir, que como el arena de rio sea entre gruesa y menuda , poca pena recibiré por falta de la de las minas, porque he experimentado que es fuerte , y de tal modo , que intentando clavar algún clavo donde hice la experiencia, en las juntas del ladrillo , era como si le pretendiera clavar en una piedra, y en rompimientos para bóvedas casi era imposible poderlo romper , y baste decir que Vitrubio la aprueba, asi para edificios , como para jabarros , en su lib. 2 , cap. 4 , él mismo en el lugar citado dice , que arena de mina es la mejor , la que cogida en las manos y estregada hiciere ruido , será muy buena; y si estuviere mantecosa, señal que tiene mucho de tierra, y no es buena , y si echada la arena en ropa blanca, y sacudida, no hiciere mancha , ni quedare tierra , también es buena , la arena cogida orilla del mar, es buena , mas no ha de participar del salitre , y sécase con dificultad por causa dé él, el arena de las minas requiere gastarse luego , mas si después de sacada se tarda en gastar , el Sol y el yelo la convierten en tierra , sino es que el montón sea tan grande , que no le puedan pasar , y para su defensa es bien que esté á la sombra. Prevenida la arena y la cal, la irás mezclando en esta forma; si el arena es de rio, echa á dos espuertas de arena, una de cal, por la falta de xugo que tiene , y si es la arena de mina, echarás á cinco de arena dos de cal, echando una vez dos de arena y una de cal , y otra vez tres de arena y una de cal , mezcla que de ordinario se hace en Madrid ; más en esto sigue el consejo de los experimentados. Despues de mezclada y bien batida, importa que repose algunos dias, como no pase por ella algun tiempo de Verano, dándole Soles, porque se come la virtud de la cal, y la dexa sin xugo alguno; si se gastare la cal en tiempo de Invierno, esté reposada un mes , y si en tiempo de Verano , quince dias, regándola cada dia, puédese tener la cal en parte húmeda, coipo no la de Sol largo tiempo , sin que en él pierda , mas después de endurecida es costosa de ablandar; y asi es bien no exceda del tiempo dicho. Amonestarla yo á quien leyese este mi escrito, no gaste cal recien mezclada , porque no es tan provechosa como estando reposada. Gástase la cal sin mixtura de arena, ni otra cosa, en revocos , y queda el edificio muy hermoso y lucido. Algunos quieren decir, que la cal sin arena se convierte en ceniza, mas como la experiencia nos enseña, engáñanse , pues vemos que gastada en lo dicho , dura largo tiempo fuerte y entera , puede ser que lo cause el poco cuerpo que lleva , porque fuera del revoco , pocas veces se gasta tal sin mixtura si no es ya que en la estuquería se gaste , de que ya se usa poco. Habiendo debatir la cal para lo dicho, se cierne muy bien , y en un estanque ó tinajón se va echando y batiendo gran cantidad. Después se dexa reposar por tres ó quatro meses , estando encima cubierto de agua ; y pasado este tiempo 6 mas, la van sacando y gastando , y sale tan mantecosa, que da gusto el verla, y quanto mas reposada , hace el revoco mas lucido y seguro, de que adelante trataremos.

[Capítulo XXV, 53-54]

Citação 4

Capitulo XLVII, Trata de los nombres de las bóvedas , y de dónde se derivaron [...].
LOs nombres de las bóvedas son tantos , quantos son sus diferencias. Algunos difieren en sus nombres , aunque no en su efecto. Pueden ser tantas las bóvedas , quantas las áreas, pueden ser de Templos y casas: mas aunque tantas, reducirémoaoslas á cinco, por estos nombres. El primero llamamos un cañón de bóveda, que pertenece á cuerpos de Iglesias y á salas largas, guardando en su vuel, ta medio punto. La segunda es media naranja, pertenece á Templos y plantas sobre figuras redondas , y ella por si lo es. La tercera Capilla se llama baida: plántase sobre plantas quadradas. La quarta se llama Capilla esquilfada ; tiene su planta como la pasada , y también la quinta , á quien llamamos Capilla por arista , y de estas cinco se originan las demás. Otros las llaman con otros nombres. León Bautista llama en su lib. 3 , cap. 14 , á la media naranja, recta esférica , y á las bóvedas esquilfada , y por arista y Capilla baida, las llama cameras , haciendo un nombre genérico á todas tres, y á las demás que de ellas se deriban, y á la media naranja que fuere abierta, como la Rotunda de Roma, la llama fornis. Otros nombres hay , que dexo de referir. A todas se les da un nombre común de bóveda , á imitación de los Cielos , que su figura es en bóveda; y asi Crio Poeta llama á los Cielos bóvedas grandísimas ; y en este nombre de bóveda concuerdan todos , aunque pocas demostraciones he visto de ellas impresas. Es fábrica de suyo muy fuerte, siendo bien entendida del Artífice ; porque todos sus lineamentos van á parar á su centro , que es donde hacen su empuje. Hermosea muchó un edificio , y teniendo resistencia su empuje, de que tratamos en el capítulo 20 durará lo mismo que él, Hácense en las bóvedas , en una, y otra lunetas , tanto para hermosear la bóveda , como para fortalecerla, y de su fábrica y demostración tratarémos después de todas las bóvedas, por no confundir con muchos cortes á las mismas bóvedas, ni á quien se quisiere aprovechar , pues lo muy ofuscado es menos inteligible. De tres materias se hacen bóvedas, que es de yeso tabicado, de rosca de ladrillo, y de cantería. De las dos no harémos demostración, y sí de la tercer[a]. Si deseas aprovechar y experimentar este mi escrito, haz cortes de yeso , y por ellos conocerás ser cierto, y concordar lo práctico con lo especulativo; todo lo qual experimenté por mis manos antes de escribirlo , siendo este mi exercicio, como en otras ocasiones he dicho.

[Capítulo XLVII, 124]

Citação 5

Capitulo XXLVII, Trata del primer género de bóveda, que es un canon seguido, y de las dificultades que acerca de él se pueden ofrecer [...].
ENtre todas las bóvedas la mas fácil y dificultosa es la de un canon seguido. Fácil, porque siendo el cañón en parte derecha, como lo es el de un cuerpo de Iglesia ó sala , es muy fácil de obrar , y siendo el cañón obliquo , ó circular , es dificultoso, mas que otra ninguna bóveda. De uno y otro hemos de ir tratando. Y empezando de lo mas fácil, que es bóvedas tabicadas en un cañón derecho , sabido su asiento y nivél , procurarás que todas tres bóvedas lleven la vuelta de medio punto, porque es la mas firme y vistosa vuelta , y de menos peso , de que tratamos en el capítulo 38. Y habiendo de ser rebaxada , seguirás la regla que en el lugar citado dimos , y según su vuelta, en una parte llana , harás las cerchas de tabla, por lo menos de dos de ellas, para que á trechos la vayas tabicando, y un trecho cerrado, empezarás otro, llevando trabadas las hiladas , como si fuera sillería cada hilada de ladrillo, de una parte á otra: aunque también puedes echar la hilada según va la vuelta ; y esto se puede hacer con sola una cercha , mas por mejor tengo la que se tabica por el asiento de una parte á otra ; y asi como vayas tabicando , la irás doblando, y macizando las embecaduras , hasta el primer tercio , y esto ha de ser en todas las bóvedas , echando sus lenguetas á trechos que levantan el otro tercio , para que así reciban todo el empuje ó peso de la bóveda. De las lunetas trataremos en su lugar. Las cerchas harás de suerte que queden en dos medias , para que con facilidad los asientes y quites. Siendo la bóveda de rosca de ladrillo, requiere cimbras mas fuertes , y las asentarás á trechos , y las quajarás de tablas, de suerte, que quede de la montea igual, y encima irás sentando su rosca, de la suerte que si fuera un arco, guardando la esquadra. Estas bóvedas de ordinario se labran con cal. Si debaxo de tierra hicieres alguna bóveda, podrás hacer la cimbra sobré la misma tierra con una cercha de la misma manera que quieres que quede ; y vaciada la tierra , quedará tan perfecta como la pasada, echando el macizo en las embecaduras, ó enjarjado con sus lenguetas. Siendo esta misma bóveda de cantería, sentadas las cimbras , repartirás las dobelas que sean en número nones, para que sus trabazones sean iguales , como se demuestra en la bóveda A B C ; repartida harás la regla cercha A N O , y con ella labrarás las bóvedas por la superficie cóncava A N , y el lecho y sobrelecho denota N O , y las juntas sacarás á esquadra, de 'suerte , que á la vista estén perpendiculares , trabando una con otra, y de esta suerte quedarán todas las bóvedas bien ajustadas , y la bóveda perfecta , según el diseño lo demuestra. Y de la suerte que queda dicho , que se macice y eche lenguetas en las pasadas , se ha de hacer en esta. E grueso que haya de tener dexo á la elección del Artífice, que en todo debe ser muy considerado. Si la bóveda de cantería fuere rebaxada ó levantada de punto , vueltas de que tratamos en el cap. 38, será necesario hacer para cada dobela regla cercha, para que acudan bien los lechos y sobrelechos. Demás de lo dicho se puede ofrecer en algún salón hacer alguna bóveda rebaxada, y esta unas veces se hace encamonada , haciendo camones de madera, que son unos pedazos de viguetas ó tablones , y fixanse en el asiento de la bóveda , y rematán en el un tercio de su lado , y de unos á otros se tabican y queda la bóveda con menos peso : y por el exemplo precedente lo entenderás mejor, aunque no es la misma traza. Supongo, que en el hueco A B , quieres hacer la bóveda rebaxada A C B , y que es su suelo de madera M N , clava en el suelo de parte á parte dos ristreles con buenos clavos en el lugar que demuestra S T , después á cada madero echa las zancas ó tornapuntas P Q L V , y desde el asiento de la bóveda A B , ve tabicando de sencillo hasta los ristreles , y lo que hay de uno á otro ristrel, entre madero y madero, pasarás el tabicado de bóveda; y lo demás del suelo entomizado, barrarás según queda dicho en el cap. 46. y quedará como el diseño lo demuestra.
Es bóveda segura y de poco peso, por ser tabicada de sencillo; y yo la tengo hecha de 40. pies de largo , y 18. de anchó, con solos tres pies de vuelta. Si fuere encamonada, sentarás los camones en el lugar que están las zancas ó tornapuntas, con la parte de vuelta que les toca. Puede ofrecerse haber de hacer una bóveda circular, al rededor de un Claustro redondo, como la tiene la Alhambra de Granada , fábrica que empezó la Magesiad del Emperador Carlos Quinto , que es una obra dificultosísima y de grande ingenio; ésta se sustenta sobre columnas bien dispuestas : mas el empuje de toda ella es resistido de sí misma ; porque sabida cosa es , que todo género de vuelta hace su empuje contra su centro ; y como el asiento de ella es redondo, de qualquiera parte que empuje, la opuesta la resiste , como se conocerá mejor por el diseño. Y allí supongo que la circunferencia A B C , es columna del Patio , ó Claustro , cuyo centro es O , el qual tiene 50, pies de diámetro ; y la circunferencia D E F , es la que forma el Claustro , ó paseo, ó Portal que denota lo que hay de B T. Pues para haber de hacer en este espacio bóveda, con sus cortes , lo daré á entender, demostrándolos desde A , á B, porque las circunferencias B S T A l L son monteas , que tienen en sí el cañón: y asi haciendo una regla cercha , como demuestra B V X , acudirán todos sus cortes iguales , para en quanto lechos y sobrelechos: mas para la parte curba que toca á cada dobela , por ser opuestas unas á otras , necesita cada hilada de dos cerchas, una en la tirantez del primer lecho, que denota R M , y otra en el sobrelecho G H , sirviendo esta para" la segunda dobela : y asi irás obrando lo demás. Advirtiendo , que estas cerchas sirven para hasta llegar á la clave 1 S , que en el otro lado del mismo canon se han de hacer reglas cerchas para cada hilada, según demuestra K N P Q , y asi cerrrarás igual todo el cañón. Puedes hacer esta  bóveda cargando sobre una columna , ó pilasta que esté de medio á medio de su planta , y en particular es provechosa para Templos, que han de se anchurosos, y no muy altos, aunque sean de figuras pentagonales , sexâvadas, ú ochavadas, que con lo dicho de los cortes , entenderás lo demás, y quedará la bóveda redonda, según el diseño lo demuestra.
Nota , que las dobelas quanto mas se van apartando del centro , son mayores; porque sus juntas se han de sacar del centro, como en lo demostrado se conoce. También es de notar , que las dobelas de la parte exterior tienen cóncava su cercha; y las de la parte interior, que son las mas conjuntas al centro la tienen convexá; y sacando todas las dobelas según está dicho ; quedará una bóveda fortísimá, vistosa y lucida. También se puede hacer esta bóveda tabicada de yeso, y de cítara de ladrillo, aunque con sus dificultades. Si fuere de rosca de ladrillo , sentadas las cimbras , y  formada la bóveda de tablas , irás sentando hiladas, según que la misma cimbra lo pida : y habiendo de ser tabicada , sentarás cerchos á trechos , y del centro irás gobernando las hiladas , y asi saldrá con toda perfección. Aunque sea esta bóveda de la materia que fuere , se han de sacar las embocaduras y lenguetas , según queda dicho en el principio : y siendo la planta quadrada en lo exterior , y en lo interior redonda , los quatro ángulos que quedan los ocuparás con escaleras secretas, ó con piezas serviciales , para que asi se aproveche todo , de que ya tratamos en el cap. 18. recogiéndolos ángulos que viene á tener todo el ángulo, y así quedarán aprovechados, y no deslucirán la fábrica. Otros cañones hay de bóvedas : mas con los dichos hay luz suficiente.

[Capítulo XXLVII, 124-127]

Citação 6

Capitulo LI, Trata del quarto género de bóveda que llamamos esquilfada [...].
LA Capilla ó bóveda esquilfada es no menos fuerte y vistosa que las pasadas. Es bóveda que continua con su planta hasta su remate , de tal suerte , que los rincones ó ángulos que forma su planta, la misma bóveda los va formando. Pueden servir los cortes de esta bóveda para luz de otros que en la Arquitectura se pueden ofrecer. Pusímosla en el número quarto , en el capítulo 47. con nombre de esquilfada, tomando el nombre por los quatro rincones que entre sí hace: aunque esto de los nombres ( como diximos en el capítulo pasado) es según las tierras; y por eso quedan referidos algunos de otras tierras. Su propia planta de estas bóvedas es quadrada. Son muy buenas para salas , y para sobre escaleras, y para Capillas. Las pasadas son mas propias para Templos; aunque de tal suerte puede ser el Templo, que convenga esta para él. Habiendo de ser tabicada , harás cerchones en diagonal, y estos no han de levantar mas de lo que levanta la montea de la bóveda por medio , que há de ser medio punto , sino que le hayas de rebaxar: Mas sea rebaxada , ó no lo sea, no levantarás la cercha ó cimbra mas de lo dicho. Asentados los cerchones, irás tabicando, empezando de quadrado sobre los quatro lienzos , tirando el cordel de un ángulo á otro ; y las cimbras son las que van gobernando toda la bóveda, formando sobre ella los quatro rincones, ó ángulos. Todo lo dicho se conocerá mejor en el diseño que adelante pondremos, quando trate de los cortes de cantería. Puédese hacer en los quatro lienzos de pared en la misma bóveda, hacer lunetas, y su fábrica remití á la postre: mas si llevaré estas lunetas, no hay que echar lenguetas para su fortaleza, sino solo macizarla hasta su primer tercio. Habiendo de ser de rosca de ladrillo, porque tiene mayor peso, habrá menester mas cimbras; y asi, demás de las quatro que tiene por diagonal, echarás otras dos por frente en la mitad de los lienzos ; dé suerte que rematen en los ángulos que hacen las cimbras , que están por diagonal, ó que ajusten en la parte que se cruzan ; y quajadas de tablas, de unas á otras, harás tu bóveda de rosca de ladrillo : y para la cantería se han de asentar las cimbras conforme á las dichas. Si hubiere de tener lunetas, también se han de formar en las mismas cimbras i para que salgan trabadas y un/das con la bóveda. Es de advertir, que á esta bóveda conviene que en los rincones vaya trabada; porque si cada quarto de los quatro fuere por sí, será falso el harrado , ó embecaduras, á quien otros llaman sobacos, se macizarán como en la tabicada; y lo mismo será para las de cantería. Y para su inteligencia , supongo, que en la área ó planta M N P Q , pretendes hacer la Capilla de que vamos tratando. Lo prirnero que se ha de hacer, es tirar las diagonales P M Q N , y estas líneas demuestran los rincones que lleva el esquilfe , ó el mismo esquilfe ; y se cruzan en el punto A. Después tira el semicírculo M A N , que denota lo que levanta la bóveda por la parte de enmedio de ella, asi de un lado, como de otro: aunque el asiento de este semicírculo tiene su asiento en la línea Y V , y la causa de no demostrarle alli, es, porque no estorbe á lás demás demostraciones. Y también la línea H L , es circunferencia respecto de la bóveda , porque en toda ella no hay forma, sino que mueve igual de todas quatro partes. Asi , que haciendo dos cimbras, como demuestran M A N , y asentándolas en V Y la una, y la otrá en L H , medias de lás mismas piezas, salas , ó Capillas , y haciendo después la vuelta rebaxada M D P , por la vuelta de cordel, de que tratamos en el cap. 38, y según ellas, dos cerchones ó cimbras , quedará toda la bóveda cimbrada. Para conocer los cortes , reparte las dobelas ó hiladas que al rededor pueden caber, de tal suerte , que cierren con nones. Estas están repartidas por sus números en la circunferencia M A N , y haciendo una regla cercha, ó saltaregla, conforme demuestran N X T, y labrando con ella todas las dobelas, las sacarás ajustadas , porque por ellas se labra lecho y sobrelecho, y paramento. Esto es, siendo de medio punto, mas si fuere rebaxada , harás reglas cerchas para cada una de por sí. Y para sacarlas juntas con los lechos ó sobrelechos , las cortarás á esquadra, y su entriéga ó grueso labrarás también á esquadra con el paramento; y asi vendrán unas con otras. Solo falta el declarar los cortes del esquilfe, ó esquilfes. Y para esto, en la diagonal M P reparte las mismas hiladas que están repartidas en la circunferencia ó semicírculo M A N , que también están demostrados por sus números. Reparte mas hiladas en la vuelta M D P , que también están demostrados con sus números, y en ellos concuerdan en cantidad todas tres partes. Y reparte mas la A D de tal suerte , que concuerden sus puntos con los números de la P A , como demuestra A C O B S G R D. Esto asi dispuesto , en la primer hilada del esquilfe debes notar, que siendo su ángulo recto, también la dobela ha de tener por lecho el ángulo recto, y asi con la esquadra le irás ajustando: mas en las demás dobelas, y en la primera por el sobrelecho, no viene el mismo ángulo , sino que mientras mas va, va siendo mas obtuso; y asi para conocer el corte de la primer hilada por el sobrelecho del número uno de la diagonal, al número uno de su montea , tira la línea del número nno y tres: y de la letra D , tira la línea I , 2 , y haciendo una carchas ó saltaregla, conforme 2 , I , 3 , y sentándola en la dovela por el sobrelecho , vendrá á ser el esquilfe según las tiranteces piden; y por esta misma cercha se ha de labrar la segunda hilada , por ser el ángulo de la una, y otra una misma cosa; y asi las dos forman una misma junta. Y sacando como esta las demás tiranteces por la montea  de la diagonal , desde los puntos de la línea D A , concordando los números de la diagonal , con los números de su montea, según hicimos en la pasada, saldan de sus líneas reglas cerchas, ó saltareglas, conforme el esquilfe va pidiendo. Advirtiendo ( como queda dicho) que la saltáregla que sirve al lecho i sirve al sobrelecho de la que se asienta encima: y conocerás, que á cada hilada, el ángulo que al principio le tuvo recto, cada vez se va haciendo mas obtuso , hasta llegar casi á no conocerse, aunque de continuo se conoce. Si quieres excusar las cerchas del esquilfe puedes, porque las monteas que se hácen en las dobelas, con su regla cercha ó saltaregla N X T van formando el esquilfe, y te hallarás en obrarle bien, y sin tantas medidas; mas hele demostrado, porque conozcas por las líneas lo que queda después de obrado.
Será bien que la primera hilada por la diagonal tenga; la junta , por excusar el trabajo y gasto: mas la segunda tendrá la junta cómo el diseño F demuestra. Puede ofrecerse hacer esta bóveda en alguna parte que tenga prolongo ( y á mi me ha sucedido en bóveda que tiene ochenta pies dé largo , por alguna necesidad, en sus extremos hacer los esquilfes dichos ) y en caso que te suceda , que la planta sea prolongada, la sacarás dexando el prolongo entre el uno y el otro esquilfe , haciendo en este espacio la forma y montea de un canon de bóveda , y á sus extremos el esquilfe, trazándole conforme á la pasada. Las lenguetas, y macizos de esta serán como se dixo en la tabicada: Advirtiendo, en que á rosca mas gruesa, mas gruesos requiere los estribos. Del que han de tener las dobelas para el grueso de la rosca, dexo al arbitrio del Artífice , que en todo debe ser muy considerado, asi en su hueco , como en el grueso de las paredes , para no cargar mas de lo que moderadamente pueden sufrir ; que siendo asi, hará sus obras con acierto como lo demuestra la F. I. 
Una dificultad se puede ofrecer acerca de esta bóveda, y de la que se sigue; y es, si se hubiesen de hacer en plantas que fuesen de ángulos desiguales, como lo es el de una trapecia ; de que tratamos en las Difiniciones, y es según demuestran A B C D , la qual planta tiene quatro ángulos; dos acutos , uno recto, y otro obtuso: y los lados son también desiguales. No se puede negar, que para hacer en esta planta bóveda esquilfada, ó por arista , tiene su dificultad : mas esta y otra mayores se vencen especulando ; y por la declaración de esta alcanzarás otras. Habiendo de hacer aqui qualquiera de las bóvedas dichas, tira de sus ángulos las líneas diagonales, como demuestran A C B D , que se cruzan en el punto O. Dispon las quatro formas de tal suerte, que queden á un nivel por su coronación , rebaxando la mas alta, y levantando la mas baxa: Y sabido el alto de las quatro formas, que supongo es la distancia M O, para trazar la montea de la arista , ó el esquilfe , mira la distancia que hay desde O C , y eso mismo ha de tener A O , y acrecentará lo que hay desde A S, y sobre esta línea S A O C , haz la vuelta rebaxada M C , segun diximos en el cap. 38. Hecho esto, toma la distancia A O , y mira donde llega en la O C , que es el punto V , y sobre la línea V O A , describe la vuelta rebaxada, ó de medio punto A M , y haciendo dos medias cimbras , según C M M A , que se junten en el punto M, y despues hacer otras dos medias sobre la otra diagonal: y asentadas, podrás sobre ellas hacer la bóveda , sea esquilfada ( de que habernos tratado ) ó por arista , de que trataremos en el siguiente capítulo. Y si la bóveda fuere de cantería, sacarás realas cerchas, según queda dicho en el diseño pasado; porque la dificultad de esta bóveda consiste en el saber coger estas monteas , para que el esquilfe y arista vaya perfectamente derecho del movimiento de un ángulo á otro; que eso es lo que significan las diagonales, como el diseño lo demuestra de la F. 2.

[Capítulo LI, 133-136]

Citação 7

Capitulo LII, Trata del quinto género de Bóveda, que llamamos papilla por arista, y de su traza y fábrica [...].
LA bóveda pasada va causando por su diagonal los rincones que demuestra su planta. De la que le sigue , siendo una misma planta, sucede al contrario; porque en lugar de rincones, forma esquinas por el mismo diagonal, cruzándose una con otra, sucediendo al revés de la pasada ; porque en ella las esquinas quedaron por encima de la bóveda, ó por la superficie convexa; y por abaxo, ó superficie cóncava , quedaron los rincones: mas en ésta quedan los rincones por la parte de encima , y por la de abaxo las esquinas ó aristas, derivándose el nombre de ellas mismas. La pasada asienta y baña sobre las quatro paredes: mas ésta no tiene otro principio que el de las quatro esquinas , haciéndose fuerte en ellas , y en las quatro formas que ella misma montea, según su vuelta. Es bóveda muy usada en todas sus partes , y acomodada para qualquiera fábrica vistosa y fuerte. Pusímosla en el número quinto del capít. 47. por causa de que esté mas próxima á las lunetas , pues son en el labrar muy semejanres, de que tratarémos en el capítulo siguiente. Las cimbras de esta bóveda sé hacen por la diagonal, y en el diseño de lós cortes de cantería se conocerá su demostración. Sentadas las cimbras, y monteadas las formas, se va tabicando de la forma á la cimbra , sirviendo ella de que la esquina de la bóveda vaya cargando encima , y sustentándola , hasta que las unas con las otras se vienen á juntar y cerrar; y estando asi, queda segura. No necesita esta bóveda de lenguetas ó estribos , por causa de que tiene los empujes contra sus mismos diagonales ; mas necesita de macizar las embecaduras hasta el primer tercio, y con esto tiene lo suficiente. Puede ofrecerse, que la planta donde esta bóveda se ha de labrar sea prolongada ; y siendo el prolongo moderado, con solo levantar la forma la mitad del prolongo de pie derecho , vendrá bien. Y pára que mejor lo entiendas, supongo que una planta tiene veinte pies por un lado , y por otro veinte y cinco , son cinco los que tiene mas de prolongo; de estos cinco la mitad es dos y medio , estos dos y medio levantarás las formas del lado que no tiene mas de veinte pies , y asi quedará dos pies y medio mas baxa la forma angosta de los veinte, que la ancha de los veinte y cinco, y te será de provecho para poder coger la esquadra en el jaharro en las formas angostas; porque si las levantas tánto como la forma ancha , te vendrá mal al jaharro , y tendrás bien que macizar para su disimulo. Si el prolongo fuere mucho, no pases la arista en cruz , sino forma dos lunetas, y dexa el prolongo entre una y otra , con espacio de un cañon de bóveda. Estas tengo hechas por mis manos de unas y de otras ; y para; quien trabaja y estudia todo es fácil, aunque mas dificultad tenga: aunque también confieso haber visto en estas Capillas por arista prolongada muy buenos Maestros bien atados por la dificultad de sus cortes. Si hubiere de ser la bóveda de rosca de ladrillo , y que se haya de revocar por la parte de abaxo, en tal caso será .bien que no tenga prolongo, porque las hiladas acudan con  igualdad á sus aristas, Y si tuvieren prolongo , y se hubiere de revocar, forma lunetas , y dexa el prolongo entre ellas , llevando siempre las hiladas iguales. Habiendo de ser la bóveda de cantería, para declarar sus cortes , supongo que es la planta A B C D ; tira las diagonales A B C D , y cruzarse han con el punto O. Estas dos líneas denotan las aristas , y el semicírculo A E O denota la forma que está en el lado A D ; y conforme á esta forma han de ser todas quatro : y también declaran el alto que ha de tener toda la bóveda. Y asi sobre la diagonal A O B describo la tuelta rebaxada A F B , que levante tanto como las formas ; y si las formas fueren rebaxadas, no ha de levantar mas que ellas. De la suerte que se ha de rebaxar tratamos en el capítulo 38; y haciendo otra semejante á ésta , servirán para la montea de las cimbras , las quales se asentarán , la una en A B , y la otra en C D , que son las cimbras principales que lleva lá bóveda ; y si tuviese necesidad de mas , echarás de las formas á las cimbras ristreles de madera, ó maderos suficientes para sustentar la parte que les toca. Entendido esto en el semicírculo A E D , reparte las hiladas que les caben, siendo, nones, las quales están señaladas por sus números ; y haciendo una regla cercha , ó saltaregla semejante á la D G H , y labrando en ella las dobelas , sacarás lechos y sobrelechos: mas si la vuelta fuere rebaxada, para cada hilada será menester diferente saltaregla, como queda declarado en los demás capítulos. Para sacar el corte de la arista , harás según en la pasada ; y es , repartiendo en la diagonal A O las mismas hiladas, que también están demostradas por sus números. Reparte mas las hiladas en la vuelta rebaxada F A , demostradas también por sus números , y todas tres en número han de guardar una misma igualdad. Esto entendido, del centro F tira la línea I 2. y del primero de la diagonal número I tira la línea i y 3.' y según ésta ve haciendo otro tanto en todas las hiladas , sirviendo de centró las diagonales ; y en la misma diagonal han de servir de centro los números unos á otros , como van succediendo.
Y haciendo una saltaregla conforme los números 2 , I , 3 , denotará el corte que el sobrelecho hace para la parte alta de lá dobela, por lo qual la arista va disminuyendo ; y también servirá para el asiento de la segunda, aunque esta cercha se puede excusar ; porque labrando las dobelas con sus monteas , formarán la arista. Y demuestro este diseño de la arista , solo á fin de que conozcas como se va disminuyendo. La primera , por la parte del lecho, es en una esquina su principio recto; y conforme va creciendo , va perdiendo del ángulo recto, y quedándose mas obtuso, hasta tanto que por la parte que se juntan las aristas casi no se conoce , aunque sí hace. Para dar la montea de la arista, haz saltaregla conforme á la B I , y con esa vuelta irá la arista ; advirtiendo, que para cada dobela has de hacer las que las mismas hiladas van demostrando ; y para el largo de cada dobela harás regla cercha según su largo , por la montea B F , no mas larga que el largo de la misma dobela. El arista, por la parte de su principio, tendrá su entrego en el cuerpo de la obra , para que asi quede fuerte, y solo demostrará lo que tiene de principio de esquina : y labrando conforme las cerchas dichas , saldrá la bóveda con toda perfección. Los cortes de las juntas guardan esquadra , cogidas de las mismas tiranteces y lechos. Si la bóveda-fuere rebaxada ó prolongada , guardarás lo que al principio diximos en el tabicar de esta bóveda. Las trabazones que han de guardar sus hiladas , aunque sobre las monteas dichas , serán según demuestran I K L M , y á la vista se conocerá que todas las hiladas van de quadrado, Y mirado todo el pavimento de la bóveda por la parte de abaxo , su demostración sera según está ya demostrado: y juntas las ocho partes , vendrán á cerrar la clave una de sus hiladas, por la clave de una y otra parte. Y de aquí conocerás, que hasta cerrarse esta bóveda carga sobre sus cimbras todo su peso , á cuya causa deben estar muy fuertes. El trasdós será semejante á la de yesería. Muchas diferencias hay de bóvedas demás de las dichas , y todas se pueden ofrecer, que son de figura pentagonal, sexâvada , ochavada, y otras. Mas de las dichas se puede conseguir el fin de todas , pues de ellas puedes formar tus cortes con diligencia , y asi te sucederá bien. Debes ser muy advertido en que no sea la piedra muy pesada , aunque ya queda notado ; mas como va tanto en ello, por eso se repite , especialmente en esta bóveda : y si lo fuere, fortalece bien las cimbras, y haz las paredes con cuidado.

[Capítulo LII, 137-138]

Citação 8

Capitulo LXXVII, Trata de las medidas de las Bóvedas, asi de cuerpos, como de solas superficies [...].
LAs medidas de las bóvedas comunmente están solo superficial, y es la causa que su grueso es muy pequeño ; mas quando se ofreciere el haber de medir su cuerpo ó grueso , medida su superficie , la multiplicarás por el grueso ó alto que tuviere , según la regla de medir arcos del capít. pasado , y el producto será su valor. Tratamos de las bóvedas en el capít. 47, nombrando cinco diferencias , y según las fuimos demostrando en los capítulos siguientes desde el 47 hasta el 52 , y con esta orden las irémos midiendo, para que según la ocasión te aproveches de ella. Pusimos en primer lugar el cañón de bóveda; éste siempre que fuere de medio punto, se ha de saber por su diámetro el valor de su circunferencia , según la regla del capít. 73 ; y sabido su valor, la multiplicarás por el largo, y el producto es los pies que tiene el cañón de bóveda ; más si fuere rebaxada , sabrás lo que tiene su montea , y la juntarás con el diámetro de la bóveda , y juntos los dos números , multiplicarlos por el largo , y el producto es el valor de la tal bóveda. Exemplo de lo dicho. Es una bóveda que tiene de diámetro ó de ancho veinte y quatro pies , que si fuera de medio punto le tocaba doce pies , y ésta rebaxada dos pies , quedan diez, estos júntalos con los veinte y quatro , y serán treinta y quatro pies , y tantos tendrá de circunferencia , que multiplicando por el largo lo que saliere , será el valor del cañón de la bóveda; y asi medirás las semejantes. Exemplo. Para medir un cañón de bóveda de un cuerpo de la Iglesia , que tiene quarenta y quatro pies de ancho , y ciento y diez pies de largo , siendo de medio punto ; para saber quantos pies tiene de  circunferencia, reconoce por el ancho que es su diámetro, qué pies tiene, según el capít. citado , ordenando la regla de tres , y hallarás te dan ciento treinta y ocho y dos séptimos ; toma su mitad , que es sesenta y nueve  y un séptimo ; y sino , ordena la regla de tres con la mitad de su diámetro ó ancho , que de quarenta y quatro es veinte y dos , y saldrá también los sesenta y nueve y un séptimo , y tantos pies tiene de circunferencia la bóveda propuesta : multiplícala por su largo, que es ciento y diez, y saldrá el producto siete mil seiscientos y cinco pies y mas cinco séptimos , que son pies superficiales que tiene el propuesto cañón. Y si como está dicho se hubieren de cubicar , multiplica estos por su grueso , y el producto será su valor ; y asi medirás las semejantes. El segundo exemplo de bóveda del capít. 48 fué rebaxada , y de ésta habemos dicho cómo se ha de medir. Y pasando al tercer género de canon de bóveda , que es redondo , para haberle de medir reconocerás el valor del asiento interior por su diámetro , que denota la circunferencia A B C; mas has de reconocer el valor del asiento exterior, que le denota D E F ,|y sus dos cantidades juntarás en una,y toma su mitad, ó sino toma el valor del diámetro interior A B , y el valor del diámetro exterior D E , y juntos toma su mitad, y sirviendo de diámetro , mira qué circunferencia te da , que será la misma que la pasada , y reconocida la circunferencia de la bóveda , que es el semicírculo M N , por su valor multiplica el de la circunferencia que salió de las dos, y el producto será el valor del canon de bóveda propuesto. Exemplo de lo dicho. Es una bóveda redonda, que el asiento interior tiene de circunferencia ciento y treinta y ocho pies y dos séptimos , cuyo diámetro reconocerás valer quarenta y quatro pies por la regla del capít. 73, Tiene de hueco el cañón de bóveda doce pies , y el asiento ó ciscunferencía exterior tiene doscientos y trece pies y cinco séptimos, y de diámetro sesenta y ocho ; junta doscientos y trece y cinco séptimos con ciento y treinta y ocho y dos séptimos, y montan trescientos y cincuenta y dos , cuya mitad es ciento y setenta y seis; ó sino suma los diámetros, que son quarenta y quatro , y sesenta y ocho , y montan ciento y doce , cuya mitad es cincuenta y seis ; mira el diámetro de cincuenta y seis qué circunferencia te da por el capítulo citado, y hallarás te da de circunferencia los mismos ciento t y setenta y seis : el diámetro de cañón de bóveda tiene doce pies, mira según en lo pasado qué pies te da de circunferencia, y hallarás te da su mitad diez y ocho y seis séptimos , y tantos pies tendrá el cañón de bóveda propuesto ; y asi medirás las semejantes. La segunda bóveda que pusimos en el capít. 48 fué la media naranja; y siendo de medio punto su asiento y montea, reconocerás por su diámetro la circunferencia; según diximos en el capit. 73 , y por el mismo capítulo sabido su diámetro y circunferencia , mide el área ó superficie del círculo , y conocido su valor doblado; y el producto son los pies superficiales que tiene la media naranja. Exemplo de lo dicho. Es una media naranja , que tiene de diámetro 44 pies , mira su circunferencia por la regla de tres , y hallarás, que si 7. te dan 2 3 , que 44 te dan 138 y dos séptimos , multiplica la mitad de 138 y dos séptimos por la mitad de 44, y saldrá al producto 1521 y un séptimo, que son los pies que tiene el área ó superficie del asiento de la media naranja; dóblalo como está dicho , y montará tres rail y quarenta y dos y dos séptimos, y tantos pies tiene la media naranja propuesta. La razón de esto da Arquímedes lib. 1. propos. 32, donde declara , qué medida la superficie de qualquiera círculo, para saber lo que tiene de superficie , si es cuerpo esférico, que se quatrodoble , y el producto es el valor de toda la superficie del tal cuerpo esférico; y porque la medida de que hablamos, es media naranja , que es la media superficie de un cuerpo esférico , por esta causa no digo sino que solo se doble, y también saldrá lo mismo si lo quatrodoblas, y mas la mitad. Si quisieres cubicar el tal cuerpo esférico, multiplícale según Arquimedes lib. 1 , propos. 23, por la mitad de su diámetro , y del producto toma el tercio , que es los pies cúbicos que el tal cuerpo esférico tiene; y puesto que diximos que la área del propuesto círculo tiene mil quinientos y veinte y uno y un séptimo, para cubicarla quatrodoblada , y montará seis mil y ochenta y quatro y quatro séptimos , que es la superficie corpórea de todo el cuérpo esférico: esta cantidad multiplicarás por la mitad de su diámetro, que es quarenta y quatro , cuya mitad es veinte y dos, y monta ciento y treinta y tres mil ochocientos y setenta y quatro séptimos ; toma el tercio según está dicho , que es quarenta y quatro mil seiscientos y veinte , y mas quatro veinte y un avos , que son los pies cúbicos que el cuerpo esférico propuesto tiene ; y asi medirás las semejantes. Si la media naranja fuere prolongada, juntarás los dos diámetros del largo y del ancho , y de los dos saca un medio proporcional, el qual te ha de servir de diámetro , como si la media naranja fuera dé medio punto. Después de conocido su diámetro, ordenarás las demás medidas. Exemplo de lo dicho. Es una media naranja que tiene por una parte quarenta y dos pies de diámetro , y por la parte del prolongo tiene quarenta y seis; suma estas dos cantidades, y montan ochenta y ocho , cuya mitad es quarenta y quatro , que es el diámetro ó medio proporcional de la media naranja, y sobre este diámetro ordenarás tus medidas según está dicho, ó sino mide el área por la regla que dimos del capít. 74 de medir óvalos , y medida el área doblada , y el producto será el valor de la media naranja prolongada. Y es la razón , que la proporción que tiene el área de un circulo con toda su área corpórea , esa misma tiene el óvalo en su área ó superficie , con toda su superficie ó área corpórea de un cuerpo esférico , con su cuerpo cúbico , ella tiene también el óvalo de su área corpórea con su cuerpo cúbico. Sacamos de aqui , que medida el área de un óvalo , según diximos en el capít. 74, lo restante para cubicarles, si fuere necesario , se ha de obrar como en el círculo ; y de aqui conocerás el medir bóvedas aovadas. E1 tercer género de bóveda, de que tratamos en el capít. 47, es la Capilla baída , y de su fábrica tratamos en el capít. 30. Para haberla de medir es menester hacer dos distintas medidas , una en las pechinas, otra en la parte de porción que carga sobre las pechinas. Pues quinto á las pechinas tratamos da sus medidas en el capít. 76, fol. 207 , y para medir científicamente, esta medida la hallarás en mi 2. Parte , capít. 57 , que alli digo , que la Capilla baida tiene dos mil ochenta y quatro pies ; y para dar aqui medida mas breve, que se aproxîme á ella , has de considerar la Capilla, como si fuera en planta de quarenta pies; multiplícalos por sí mismos , y montan mil y seiscientos, de estos toma la quarta parte , que es quatrocientos , y de estos toma la quinta, , que es ochenta , junta estas tres partidas, que son mil y seiscientos , y quatrocientos y ochenta , y juntos montan dos mil y ochenta pies , que su diferencia no es mas de quatro pies, y su diferencia no es sensible en materia de yesería. Y debes notar, que estos números como procedan de la planta en todas las bóvedas que sean semejantes , grandes ó pequeñas , como sean de medio punto , siempre será ajustada la medida: si esta bóveda fuere rebaxada , lo que le tocare quitarás de la línea de su planta de un lado , y la multiplicarás por sí misma , y lo que saliere, tomarás la quarta parte , y de ésta la quinta ; y asi medirás las semejantes : y si la bóveda fuere prolongada , junta el ancho y largo en un numero , y toma la mitad , y lo que saliere ha de ser el número , como si fuera planta quadrada , y multiplícalo por sí mismo , y de su número toma la quarta parte, y de ella la quinta , obrando como está dicho, saldrá la medida ajustada. El quarto género de bóveda pusimos en él capít. 47 con nombre de bóveda esquilfada , y de su fábrica tratamos en el capít. 5 : ésta siendo obrada es una caxa quadrada , viene á tener quatro triángulos ó lados ; y para medirlos , el modo mas breve y mas aproximado es el mismo que digo en mi 2. Parte , capít. 60, fol. 243 , y lo harás multiplicando el valor de la planta , un lado por otro ; y de su cantidad toma la mitad , y junta las dos partidas , y de su suma toma la quinta parte , y todo junto en una suma, será el valor de la bóveda propuesta, menos pequeña parte, que en bóvedas tabicadas no es sensible. Exemplo de lo dicho. La planta de la bóveda sea de quarenta pies , multiplica un lado por otro , y monta mil y seiscientos; toma su mitad, que son ochocientos , junta estas dos cantidades , y montan dos mil y quatrocientos ; de este número toma la quinta parte , que es quatrocientos y ochenta, júntalos con los dos mil y quatrocientos , y montan dos mil ochocientos y  ochenta pies, que según esta medida tendrá la tal bóveda propuesta la medida  que pongo en la segunda Parte. Alli digo que tiene dos mil novecientos y dos pies , y dos séptimos menos , que en bóvedas tabicadas no es considerable ; mas si fueren de materia de mas valor , será necesario medirla según digo en mi segunda Parte. Si la planta fuere prolongada , el prolongo medirás, y los esquilfes  en planta quadrada medirás como está dicho , advirtiendo que las monteas han de ser de medio punto ; porque siendo asi , será necesario hacer su medida por demostración ; porque los esquilfes crecen ó disminuyen segun son las monteas ; y asi medirás las semejantes. 
El quinto género de bóveda que nombramos en el capít. 47 fué la Capilla por arista , y de su fábrica tratamos en el capít. 52, y su medida es diferente que la pasada , porque en aquella los pies, por razón de los esquilfes , y en ésta disminuyen por razón de las aristas , y asi en una misma planta tiene mas pies la bóveda esquilfada , y menos la por arista , siendo sus manteas de medio punto. En mi segunda Parte, capít. 6t , fol. 24.7 trato de esta medida , y digo que tiene dos mil y treinta pies y dos séptimos , y para hacer esta medida aproximada , hacerla con brevedad, siendo la planta de quarenta pies; multiplica un lado por otro , y montan mil y seiscientos , y de estos toma la quarta parte , que es quatrocientos , y de estos toma la décima parte , que son quarenta , y juntos en una suma , será su valor exemplo de lo dicho mil seiscientos , y quatrocientos y quarenta ; estas tres partidas montan dos mil y quarenta pies , quees mas que él á medida del cálculo, nueve pies y cinco séptimos, que en bóvedas tabicadas no es sensible ; y asi medirás las semejantes , aunque sean prolongadas, como sus monteas sean de medio punto ; porque si son rebaxadas , será necesario de su montea mirar lo que rebaxa , y su cantidad quitarlo de los lados de uno de la planta , como si es de quarenta pies , y rebabados del un lado quitarlos, y quedarán treinta y ocho , que multiplicarás por los cuarenta , y obrarás como en lo demás, y saldrá ajustado ; asi medirás los semejantes. Debes notar, que las medidas de pechinas y bóvedas que puse en la primera impresión de esta primera parte, que las puse según las habia visto medir á los Maestros viejos de aquellos tiempos , de quienes yo aprendí; y como en estos la naturaleza se ha adelantado tanto, vine en conocimiento , que aquellas medidas no estaban buenas, y asi para ajustarías tomé el trabajo de hacer imprimir á costa de tanto dinero la segunda Parte, obedeciendo también al Consejo Real, que me mandó imprimir las objecciones que me puso Pedro de la Peña , y lo demás que contiene el Libro , que todo para Maestros ya hechos conviene, y para los que se van haciendo. Y del útil de estos dos Libros, el tiempo los dará á entender lo que importan, que Dios quiso fuese instrumento para ajustar práctica y especulativa, precisamente necesarias á las obras, y á la enseñanza de los discípulos que desean saber.

[Capítulo LXXVII, 211-214]

Referência bibliográfica

San Nicolas, Fray Lorenzo de. Arte, y uso de arquitectura. Primera parte, 4ª impressão. Madrid: Manuel Román, [1633] 1796.

Acesso

BPNM Mafra 2-41-9-19

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1633 | Arte, y Uso de Arquitectura